Tarta salada de pollo asado.

Uno de los requisitos de la cocina para torpes es, aparte de que sea fácil, que nos permita aprovechar sobras que tenemos por la nevera. En casa teníamos una pechuga de pollo asado que sobró un par de días antes, y decidí hacer esta receta tan fácil. Necesitamos (como para 4 personas):

- Una lámina de masa brisa (la encontráis ya hecha en la sección de refrigerados).

- Una pechuga de pollo asada.

- Dos huevos.

- Un brick de 500 ml de nata para cocinar.

- Cosas que encontréis por la nevera: en este caso utilicé bacon y champiñones (de los de lata, que vienen ya cocidos), pero podéis ponerle jamón york, queso, espárragos verdes (también cocidos previamente)...

-Queso rallado.

- Sal. Una cosa que siempre se me olvida poner, o pongo de menos, y siempre me quedan las comidas sositas.

No tengo fotos del paso a paso, así que voy a explicarlo lo mejor que pueda y si tenéis alguna duda me preguntáis en los comentarios.

Lo más difícil es la masa brisa, pero como ya la podéis comprar hecha, solo tenéis que extenderla en un molde adecuado, como para tartas. Mi molde es de 25 cm de diámetro y 3 cm de alto.

El horno se precalienta a 180ºC.

En un bol batís los dos huevos, añadís el resto de ingredientes desmenuzados en trozos pequeños, la sal y finalmente la nata. Mezcláis bien.

Se pone el resultado de la mezcla en el molde con la masa brisa y se espolvorea el queso rallado por encima.

Se hornea 180ºC unos 35-40 minutos, en el centro del horno y con calor arriba y abajo. Yo lo que hago es ponerlo 35 minutos y dejarlo que se termine de hacer con el calor residual. Tiene que quedar cuajado con consistencia como de bizcocho, pero no excesivamente seco. En algún momento mientras se hace veréis que el contenido "sube", pero no os preocupéis porque con las cantidades que he puesto no se sale y al final baja y se queda bien.

Y tachaaaan ¡¡¡¡