jueves, 9 de mayo de 2013

Factor de protección.

A estas alturas me parece importante recordar que hay que proteger la piel de los rayos solares en todas las épocas del año, no solo en las de playa y piscina.


Quería explicaros un poco qué es el factor de protección, cómo funciona y por qué es tan importante. Es el tema recurrente en cuanto empieza a hacer un poco de calor, pero nunca está de más insistir sobre el tema, nuestra piel y nuestra salud nos lo van a agradecer.

La piel es el órgano más extenso del cuerpo. Ni que decir tiene que también el más expuesto y el más propenso a sufrir agresiones externas. Nos protege de patógenos, evita la pérdida de líquidos, produce vitamina D (ayudada por la luz del Sol), se renueva constantemente y nos permite sentir y tocar, relacionarnos con nuestro entorno.

Está constituida por tres capas:
·         Hipodermis: es la capa más interna. En ella se acumula la grasa del organismo (capa adiposa), así que dependiendo del grosor de la hipodermis y la cantidad de grasa que tengamos acumulada en ella, nuestro cuerpo será más o menos esbelto. Esta grasa es importante (no en exceso), para protegernos de los cambios de temperatura y tener reservas de energía en épocas de escasez de alimentos. En esta capa se encuentran además los folículos pilosos y las glándulas sudoríparas.
·         Dermis: está constituida por una red de colágeno y elastina, capilares sanguíneos, nervios, etc. Su grosor varía dependiendo de la zona del cuerpo.
·         Epidermis: es la capa más externa. Está constituida por varias capas de células que se van aplanando a medida que se acercan a la superficie, y se van regenerando continuamente. La última capa son células muertas que se desprenden de la piel. En esta capa se encuentran los melanocitos, que producen y contienen melanina en diferentes cantidades. La melanina es el pigmento que protege contra las agresiones solares, es nuestra primera barrera de protección, pero es necesario ayudarla. Los rayos UV procedentes de la luz solar reaccionan con la melanina de la piel, que se encarga de absorberlos antes de que ocasionen lesiones graves en la misma. La coloración de nuestra piel depende de la cantidad de melanina que contenga (más oscura cuanta más melanina), por lo que las pieles claras deben tener especial cuidado. Pero todas las pieles, aunque sean oscuras, necesitan protección frente a los rayos del Sol.

Las diferentes capas de la piel. La imagen está sacada de http://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/esp_imagepages/8912.htm

Los diferentes tipos de piel, según la cantidad de melanina que contengan, se clasifican en varios fototipos. Se denominan así porque su respuesta a la radiación solar es diferente:

·         Fototipo 1: Piel muy clara, ojos azules, pecas. No se pigmentan con el Sol y se queman y descaman fácilmente. Todos los niños se debe considerar que pertenecen a este grupo, aunque tengan el pelo oscuro.
·         Fototipo 2: Piel clara, ojos claros. Pelo rubio o pelirrojo. Se queman y descaman con facilidad, y se pigmentan ligeramente.
·         Fototipo 3: Piel blanca. Ojos y pelo castaño. Se enrojecen y la pigmentación es muy suave.
·         Fototipo 4: Piel mediterránea. Ojos y pelo oscuros. Se pigmentan fácilmente, aunque pueden quemarse.
·         Fototipo 5: Piel morena. No suelen quemarse y se pigmentan fácilmente.
·         Fototipo 6: Piel negra. No se queman, pero si se broncean y envejecen con la exposición solar, por lo que también deben protegerse.
El factor de protección solar es un índice que nos indica el tiempo que podemos tomar el Sol sin quemarnos. Depende del fototipo de cada persona. Si una persona de fototipo 3 puede estar al sol 10 minutos sin quemarse (sin enrojecimiento de la piel), si utiliza una crema con factor de protección 30, podrá estar 300 minutos. A mayor fototipo y factor de protección, el tiempo de exposición al Sol con seguridad, aumenta.

Esto no es tan correlativo: los baños, secarnos con la toalla, el sudor y e incluso el roce de la ropa hacen que perdamos la mayor parte de la crema que nos hemos aplicado. Además, tendemos a aplicar menos crema de la que realmente se necesita. Los expertos recomiendan volver a aplicar crema mínimo cada dos horas, y siempre después del baño.

Las cremas solares en realidad nos protegen del daño que puedan hacer a nuestra piel los rayos ultravioleta (UV), procedentes de la luz del Sol. La luz solar se compone de diferentes tipos de rayos, según su longitud de onda, que tienen diversos efectos:
·         UVC: Son los más peligrosos para el ser humano. En teoría no deberían llegar a la superficie de la Tierra, porque los absorbe la capa de ozono de la atmósfera. Pero debido a que esta capa está dañada, es importante ser precavidos y no exponernos innecesariamente al Sol.
·         UVB: Son los responsables de que la piel se queme y enrojezca. Penetran hasta la epidermis y reaccionan con la melanina, provocando el bronceado.
·         UVA: Llegan a niveles profundos de la dermis, y son más perjudiciales que los UVB, ya que causan envejecimiento de la piel y melanoma.
·         Luz visible: Son los que provocan el efecto luminoso del sol, y que podamos apreciar los colores. Pueden penetrar hasta la hipodermis.
·         Infrarrojos: Penetran hasta la hipodermis y provocan vasodilatación y sensación de calor.

Otros factores que influyen en la exposición solar son:

·         Altitud: cuanto más elevados estemos sobre el nivel del mar, menos protección nos ofrecerá la atmósfera.
·         Latitud: en las zonas más cercanas al ecuador, los rayos solares inciden más perpendicularmente, y por tanto son más intensos.
·         Nubosidad: aunque nos parezca que en un día nublado no necesitamos protección, un 40% de la luz del Sol puede pasar a través de las nubes.
·         Reflexión: el agua, la arena de la playa o la nieve reflejan los rayos solares, potenciando su acción.
·         El uso de medicamentos fotosensibles puede ser responsable de la aparición de manchas y enrojecimiento de la piel.

Se puede consultar la predicción de radiación ultravioleta que se va a dar en nuestra región en la página de Aemet. http://www.aemet.es/es/eltiempo/prediccion/radiacionuv?w=0&zona=penyb&datos=img

Si el nivel es muy alto (a partir de 8), hay que evitar exponerse al Sol en las horas centrales del día (entre las 12 y las 16), permanecer a la sombra y protegerse con ropa, protector solar, sombrero y gafas de sol. Con niveles más bajos es necesario usar protección y buscar la sombra, sobre todo en las horas de máxima luminosidad.

A pesar de los riesgos, el Sol también es un buen aliado para nuestro organismo: los rayos UV fomentan la producción de vitamina D (que previene el raquitismo) pero con una breve exposición al Sol mientras paseamos es suficiente para generar la cantidad de vitamina D que necesitamos.

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2 comentarios:

  1. Hola Naidú!

    Me ha parecido muy interesante esta entrada que has publicado porque el tema de la protección de la piel contra los rayos UV es super importante.

    Como me gusta mucho tu blog te he dado dos premios en el mio, Un Delfín en mi Cocina.

    ¡Espero que te animes a participar!

    Un besito.

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    Respuestas
    1. uy, muchisimas gracias, que emoción. Voy a verlo ¡¡¡

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