Se que hay mucha gente seguidora de los productos homeopáticos. Hace tiempo que vengo escuchando recomendaciones de este tipo de terapias sin ton ni son, sin consultar a un especialista, y sin saber realmente lo que se está recomendando. Y creo que eso en internet es bastante peliagudo, porque lo puede leer cualquier persona sin formación ni criterio y puede darle este tipo de cosas a sus hijos sin tener la información suficiente y, repito, sin consultar a un pediatra.
Hace tiempo escribí este post para uno de mis otros blogs (podéis verlo aquí), pero como el tema sigue y sigue, creo que es conveniente volver a hacer una revisión sobre el tema.
Soy de la opinión de que antes de darle nada a nuestros hijos e incluso antes de tomarlo nosotras mismas, debemos consultar con un especialista, porque dolencias que pueden parecer leves, en ocasiones son síntomas de otras más graves, que no se curan con una infusión de tal o una pizca de cual. Desde luego, si a mi hijo le duele la tripa una tarde porque ha comido demasiado, no hay ningún problema en darle una infusión de manzanilla que le ayude a hacer la digestión. Pero si resulta que le duele la tripa todas las tardes, esto me hará sospechar que hay algo más serio que merece ser valorado por su pediatra. Y si mi hijo tiene un problema de comportamiento en el colegio, lo que tengo que hacer es prestar atención a ese comportamiento y coordinarme con su maestra para atajarlo, no darle unas gotitas de nosequé durante meses.
Dicho esto, los defensores de la homeopatía y los remedios naturales, siempre anteponen en su defensa que lo suyo es natural, frente a lo químico de la medicina tradicional. Pues bien, mi argumento en contra es que su natural es tan químico como lo otro, simple y llanamente porque es bio-químico. Porque los principios activos de estos remedios naturales son compuestos bio-químicos. Y porque, si me apuran, los principios activos químicos que se utilizan en la medicina tradicional, son extraídos de plantas (es decir, tan bio-químicos como los otros), solo que están purificados, aislados, y mejorados para aumentar su eficacia.
Y pongo un ejemplo de andar por casa: el ácido acetilsalicílico (las aspirinas de toda la vida) en principio se extrae de la corteza de Salix alba (el sauce blanco). Pero como es una especie en peligro de extinción y resulta que el compuesto es muy fácil de sintetizar en laboratorio en grandes cantidades, no se usa la corteza del sauce en crudo, sino que se fabrican aspirinas. Así podría poner ejemplos hasta cansarme (y cansaros), de muchos otros medicamentos que son derivados de productos extraídos de plantas. La diferencia entre el medicamento tradicional y una infusión, es que con el primero sé exactamente la dosis de principio activo que me estoy tomando con cada pastillita, son dosis controladas por mi médico o mi farmacéutico que me indica cuantas debo tomar para que me hagan efecto y no tenga efectos secundarios nocivos. Pero ¿cuánta cantidad de ácido acetilsalicílico puro hay en una infusión de corteza de sauce? Pues depende: de la edad del sauce, la época de recolección, el clima, y la cantidad de corteza que ponga. Mucho más seguro tomar una aspirina ¿no os parece? ¿Cuánta cantidad de principio activo hay en una infusión hecha con una cucharada de hojas de malva? ¿alguien me lo puede decir?
(Rizando el rizo, y como acotación marginal, el plástico es un derivado del petróleo. El petróleo no es más que fósiles de plantas, es decir, un producto natural… ahora que venga alguien a decirme que una aspirina no es natural).
Otro argumento que esgrimen los usuarios de la homeopatía es que no puede ser perjudicial porque los principios activos se encuentran muy diluidos, y por lo tanto la cantidad que se toma de ellos es mínima, en contraposición a las altas dosis que contienen los medicamentos tradicionales y que provocan efectos secundarios. Para mí esto solo significa que lo que quieren venderme es agua sucia.
Me explico. Imaginaros que hacemos una infusión de manzanilla para aliviar el dolor de barriga de nuestro pequeño, que se ha indigestado un poco. Ahora, esa infusión la tiramos en una piscina olímpica (llena de agua potable, claro¡¡¡). Y todos los días sacamos un mililitro de esa piscina y se lo damos al niño para aliviarle de las digestiones pesadas. ¿Qué le estamos dando?: agua sucia. Pues esto es lo que hace la homeopatía. Y nos venden su producto, su agua sucia, a precio de oro. Seguramente a mi hijo se le quitará el dolor de barriga, pero no por el producto homeopático que le esté dando, sino porque su estómago poco a poco irá haciendo la digestión más eficazmente.
Sé que vendrá alguien a hablarme de curaciones milagrosas tomando solo agua sucia (perdón, productos homeopáticos), y entonces yo le hablaré del efecto placebo. Para las que no sepáis lo que es, os dejo este enlace que explica su funcionamiento a nivel cerebral. Pero resulta que, para enfermedades graves, el agua sucia poco tiene que hacer. Y alguien me dirá “pero ayuda”… entonces yo le volveré a hablar del efecto placebo:
Hay una corriente en la actualidad que antepone lo natural a lo químico, la medicina alternativa frente a la medicina tradicional. Hay incluso mentes más retorcidas que hablan de una conspiración de las industrias farmacéuticas para que compremos sus medicamentos. Pero ¿no hay también otra industria que se dedica a comercializar los productos homeopáticos y que intenta a toda costa que compremos lo suyo?¿y no le interesaría a esta industria homeopática minar la confianza de la gente en la industria farmacéutica tradicional?
Detrás de un medicamento hay muchos años de investigación, mucha gente que se deja las pestañas en laboratorios, una fuerte inversión monetaria para que las investigaciones salgan adelante y den como fruto un remedio eficaz, que sirva para ayudar a la gente a aliviar sus dolencias. No soy defensora a ultranza de la medicina tradicional. Pienso que tiene muchas carencias, falta mucha formación de los profesionales sanitarios a nivel bio-químico, falta mucha investigación básica sobre el funcionamiento del organismo, falta un enfoque multidisciplinar que vea el cuerpo y su entorno como un todo. Tampoco rechazo de plano los remedios naturales, porque como he comentado más arriba, una infusión de manzanilla no le hace mal a nadie. La medicina, y la farmacia, tal como las conocemos, tienen su origen en los remedios naturales y en el funcionamiento a nivel molecular de estos remedios en nuestro organismo. Lo único que digo es que, como pacientes, como consumidoras y como madres, debemos informarnos de lo que tomamos, debemos saber lo que le damos a nuestros hijos y debemos consultar, siempre, con un profesional sanitario. Lo demás, es agua sucia.
Añado este enlace a una noticia que me acaba de pasar una amiga, y que me parece que redondea la información del post: http://www.libertaddigital.com/salud/2011-12-20/sanidad-advierte-que-la-homeopatia-no-hace-nada-1276444816/)
También añad este vídeo que acabo de ver y que explica muy bien lo que es este engañabobos. Está bastante bien subtitulado, así que no tendréis problemas para verlo:
Hola Eva,
ResponderEliminarQue vaya por delante que no acabo de creerme esto de la homeopatía. Como bien sabes, yo tb soy mente científica. Sin embargo, para ser lo más objetivos posibles con el tema, me gustaría hacer una puntualización:
Los profesionales de la homeopatía son los primeros que saben (y lo dicen) que las diluciones son de tal magnitud que lo que al final nos están ofreciendo a los "pacientes" no es más que agua pura y dura, nada de agua sucia pues no queda ni una sola molécula de la sustancia original.
Pero he aquí el truco del almendruco: según ellos (no está demostrado científicamente, creo), las moléculas de sustancia original, en el proceso de disolución, modifican la estructura del agua creando lo que denominan un "recuerdo del agua", que sería como el principio activo "fantasmagórico" de las medicinas homeopáticas.
Alguien lo ha entendido?? Incluso para los que tenemos estudios universitarios relacionados con las ciencias de la vida, se nos hace difícil de entender... Da la sensación que se trata más de un acto de fe que de otra cosa...
Gracias por acercarnos estas cuestiones y aprender un poquito más.
Un abrazo!
Ro
Por eso hablaba del efecto placebo en el post. No te están dando otra cosa más que "buenas vibraciones" que, científicamente hablando, es lo mismo que no darte nada. Y hay gente que se aventura hasta a darle estas cosas a sus hijos sin saber realmente si tienen una enfermedad grave o no. En fin, que a mi no me pillarán creyendo en estas patrañas.
Eliminar