Ayer se estropeó mi microondas. Drama. Esta mañana me he sentido como una señora antigua, calentando el desayuno en un cazo. Menos mal que es sábado, hay comercios abiertos, y he podido sustituirlo por otro.
Aprovechando la circunstancia, y para inaugurar la sección "ciencia" de este blog, os subo este post que ya publiqué anteriormente en otro blog (si queréis ver el original, no tenéis mas que pinchar aquí) y que espero os resulte interesante.
Mi hijo aun está en la edad inocente en la que se cree en la
magia más que en la ciencia. Para él, que un invento funcione, es más un azar
del destino que el fruto de años de sesudas investigaciones. Y a veces es así. El
microondas, como otros muchos inventos, es un subproducto de otras
investigaciones que no tienen nada que ver y que se descubren por casualidad.
Un día de 1946, por casualidad, el ingeniero Percy Spencer, durante un proyecto
de investigación relacionado con el radar se topó con este descubrimiento que
tanto ha facilitado la vida en los hogares de las generaciones posteriores.
Pero vayamos por partes. En principio, el aparato que
tenemos en nuestras cocinas y que se conoce como “microondas” en realidad se
llama “horno microondas”. Claro que el nombre real es un pelín largo para el
día a día y ya nos hemos acostumbrado a abreviarlo. Este aparato es un
generador de microondas. Pero… ¿Qué son
las microondas?
Las microondas son ondas electromagnéticas, de una longitud
de onda determinada. También son ondas electromagnéticas las ondas de radio, la
luz visible y los rayos infrarrojos. Lo que diferencia a unas de otras es la
longitud de la onda y la frecuencia. Las microondas en concreto tienen una
longitud de onda muy corta (de ahí su nombre) y por lo tanto, una alta
frecuencia. En el grafico que os pongo a continuación, la longitud de onda
sería la distancia que viene marcada por el símbolo λ, y la frecuencia es la
distancia (en la vertical) entre el punto más alto y el más bajo de la onda.
Las microondas, aparte de ser útiles para calentar comida,
tienen muchas aplicaciones en radares, radio y televisión e investigación de
las propiedades de la materia. Pueden
expandirse tanto en el vacío como a través de la materia.
Las microondas de los hornos que tenemos en nuestras casas
están generadas por un dispositivo basado en un tubo de vacío, que se conoce
como magnetrón. Fue precisamente
probando un magnetrón cuando Percy Spencer se dio cuenta de que una tableta de
chocolate que tenía en el laboratorio se había derretido. Probó los efectos del
magnetrón sobre otros alimentos, y enseguida descubrió que era capaz de
calentarlos con la energía de baja densidad de las microondas.
¿Cómo calientan las
microondas? Todas las moléculas que nos rodean tienen una vibración
residual, que no es más que una forma de energía. En un sólido, las moléculas
están muy juntas y vibran muy poco. En los líquidos y los gases esta vibración
es mayor y las moléculas se mueven libremente (por eso son fluidos) y se
expanden si no tienen un recipiente que los contenga.
Lo que hacen las microondas es aumentar esta vibración de
las moléculas. En concreto, inciden sobre los enlaces O-H de las moléculas de
agua. Aumentan la rotación y la velocidad a la que se mueven estas moléculas y
parte de la energía se disipa en forma de calor. Debido a que la mayor parte de
los alimentos contienen una gran cantidad de moléculas de agua, es muy fácil
calentarlos de esta manera. Sin embargo, no es posible calentar objetos que no
contengan enlaces O-H, como por ejemplo un plato vacío.
Asimismo es conveniente, para calentar algo seco, añadirle
un poco de agua. El calor se expande desde el exterior hacia el interior, como
en un horno convencional. Por eso a veces, si no programamos suficiente tiempo,
el interior de los alimentos se nos queda frio. Y nunca se debería calentar un
líquido dentro de un recipiente cerrado, porque el agua al calentarse se transforma
en vapor, que se expande, y puede hacer estallar el recipiente. Siguiendo estas
mínimas precauciones, los microondas son perfectamente seguros.
¿Cómo son los hornos
microondas? Al principio, este tipo de hornos eran aparatos enormes, que
además se calentaban y había que instalar una tubería de agua especial para
enfriarlos. Aunque se empezaron a usar en algunos restaurantes, eran poco
prácticos para su uso doméstico, y el elevado coste los hacía poco accesibles
para los hogares. Poco a poco se fueron perfeccionando, disminuyendo sus
dimensiones y abaratando los costes de fabricación. Además el sistema de
enfriamiento se mejoró, permitiendo el enfriamiento con aire, lo que eliminaba
el engorro de instalar una tubería adicional. Esto hizo aumentar su aceptación
por el público en general.
Un microondas por dentro sería más o menos así (la imagen
está extraída de la web http://www.buscodescargas.com/averias-habituales-de-los-hornos-microondas/
):
Como veis, tiene el magnetrón o tubo de vacío generador de
las ondas, que ha conseguido reducirse de tamaño para hacer los aparatos
adecuados para el uso doméstico, el ventilador que extiende las ondas por toda
la caja del aparato, y el plato giratorio para que las ondas pueda incidir en
todas las partes del alimento por igual. Aun así, hay zonas en las que las
ondas se extienden un poco peor. Por eso siempre se calienta mejor en los
bordes, y lo que quede justo en el centro se calentará peor. Cuando el aparato
funciona, la puerta está perfectamente cerrada, por lo que es improbable un
escape de microondas hacia el exterior. Si que pueden provocar alguna
interferencia en señales Wi-Fi o Bluetooth que trabajan en la misma frecuencia
de onda.
Este pequeño aparato que reside en nuestras cocinas es de
gran utilidad, ha cambiado las formas de cocinar tradicionales y la propia
Organización Mundial de la Salud lo defiende como un electrodoméstico seguro. Para
mí, es imprescindible. Y fue descubierto por casualidad.
El mejor arma anti-gremlins ;P
ResponderEliminarUf, calla, no me lo recuerdes...
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