Un domingo por la tarde, a punto de que se acabe el año, con un frío helador en la calle, lo más normal es tener a los niños aburridos en casa sin nada que hacer. Así que al mío le he puesto a hacer copos de nieve de papel para decorar un poco la casa y recibir el nuevo año con mejor cara.
Hemos utilizado folios blancos y de colores para que quedara más divertido. Mi hijo hacía los diseños sobre el triángulo y yo recortaba (está un poco duro para ellos recortar tanto papel doblado). Si no sabéis como doblar el papel para que salga el copo, podéis verlo en este tutorial del blog Solo un tip. Es muy sencillo.
Como veis, hemos decidido ponerlos en las ventanas. Quedan bonitos y supongo que por el día harán sombras curiosas. Luego mi hijo ha decidido utilizar los papelillos sobrantes como confeti, así que creo que voy a estar encontrando papelillos hasta Semana Santa.
No he hecho propósitos para el año nuevo. Me niego a proponerme cosas que luego se queden sin hacer, así que he preferido vivir el día a día como se presente y con mi mejor cara. Solo espero y deseo que el año que entra sea profesionalmente mejor que el que se va (en lo personal hay pocas cosas que pueda mejorar) y que la salud no nos falte para poder disfrutar de lo bueno que nos traiga.
Un beso a todos y, como no me gusta desear feliz año nuevo, os deseo ¡¡Feliz toda la vida!!
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