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| Si recordáis la semana pasada nos quedamos con la página quemada en la que se veían manchas de café por debajo. Os pongo la foto para que hagáis memoria. |
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| Y esta es la famosa mancha de café. Le dije a mi hijo que hiciera un dibujo ayudándose de la cucharilla, fui a prepararme una tostada, y cuando me di la vuelta me encontré con esto. Tuve que dejar el diario todo el día al sol secándose. Menos mal que me quedó algo de café. |
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| Como veis, la mancha de café ha traspasado hasta aquí. Esta la hicimos literal, agujereando con un lápiz. |
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| En esta mi niño no quiso ayudarme, así que hice lo que me vino a la cabeza. A la izquierda aproveché los agujeros de la página anterior, y a la derecha hice lo que me mandaban, líneas finas y gruesas. |
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| Haciendo la siguiente página nos dimos cuenta de que el niño tiene las manos casi tan grandes como las mías. |
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| Así quedó al final. Estoy pendiente de convencerle para que haga algo por dentro de sus manos. |
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| Rescaté mi viejo material de dibujo. |
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| Y la siguiente página me quedó así. |
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| La inspiración fue un cuadro que pinté hace mil años y que tengo colgado en casa. |
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| Para esta página probamos diferentes técnicas. |
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| Lo que mejor resultado nos dio fue el lanzamiento de pincel con acuarela. |
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