La
Ciudad Encantada está formada por rocas calizas (de unos 90 millones de añitos de antigüedad solamente) en las que la erosión diferencial y el modelado kárstico ha creado formas curiosas, divertidas e impresionantes.
La Ciudad Encantada es un karst en un estado avanzado de erosión, donde quedan en pie solamente las zonas de rocas más resistentes.
La vegetación crece en cualquier parte, contribuyendo a la erosión y modelado de las rocas.
Mi pequeño excursionista se lo pasó pipa trepando por las piedras.
Y la zona que más me gusta es el mar de piedra. No por la espectacularidad del sitio en sí, sino por lo que se siente estando allí. Si tenéis suerte y hay viento y silencio, podéis parar un rato a relajaros.
La entrada son 3€ (está en una finca privada), niños gratis. El recorrido dura unos 90 minutos y es muy fácil, ya que no tiene apenas desniveles. Eso si, llevad agua y calzado adecuado. Si vais en verano, hace mucho calor en las horas centrales del día. Creo que las mejores épocas son en primavera y otoño.
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