Para ello he utilizado una troqueladora redonda y otra de círculo festoneado. Desde luego, si no tenéis las troqueladoras, podéis recortar con tijera, aunque los festones serán un poco más complicados.
Materiales:
- Papeles o cartulinas con estampado de Navidad.
- Cintas de raso y de organza (unos 40 cm para cada adorno, más si queréis hacer lazo).
- Abalorios, con el orificio lo suficientemente ancho como para que pase la cinta.
- Troqueladoras, si tenéis.
- Hilo de nailon,
- Tijeras.
- Pegamento.
Si no tenéis este tipo de papeles, simplemente con cartulinas de estampado navideño, hacéis 4 círculos iguales para cada adorno.
El lado sin pegar nos servirá luego para poner la cinta con la que van colgados.
Para colgarlos, he utilizado cintas de raso y de organza. Necesitáis cinta fina, la mía es de 0,5 cm, para que quepa por los agujeros de los abalorios. Además, buscad abalorios que tengan el orificio un poco grande. La cinta de organza pasa mejor que la de raso.
Cortáis 40 cm de la cinta elegida, y dobláis por la mitad, haciendo un pequeño nudo cerca del lado abierto. Si queréis rematar con un lazo, necesitaréis la cinta un poco más larga.
Pasáis uno o dos abalorios, ayudándoos con el hilo de nailon. Se engancha el hilo de nailon al extremo doblado de la cinta, y se pasa por el abalorio, tirando cuando lleguemos a la cinta para que esta pueda pasar también.
Cuando hayamos pasado uno o dos abalorios, hay que cerrar el adorno de cartulina, con la cinta en su interior. Colocamos la cinta lo más centrada posible y pegamos bien la cartulina.
Para finalizar, podemos poner uno o dos abalorios más, ayudándonos de nuevo con el hilo de nailon. Si es necesario, podemos cerrar con un nudo en la cinta para que no se nos salgan los abalorios.
Como son tan fáciles, al final he hecho bastantes. Este año mi abeto tendrá una imagen renovada.
Aquí podéis verlos con más detalle.
He combinado los colores de los papeles tanto con las cintas como con los abalorios, arriesgando un poco y no utilizando únicamente colores navideños.
Así hay rosas, azules, marrones, naranjas... La mayoría de los abalorios son de madera, pero podéis utilizar de cualquier otro tipo (plástico, metal...). Si se os rompe un collar no lo tiréis, porque os puede servir para esto.
Los niños os pueden ayudar a troquelar, e incluso si son habilidosos, a poner las cintas. Podéis pasar una tarde entretenida.
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