Un bote vacío de gel o champú.
Papel charol. He preferido usar este tipo de papel porque tiene brillo y me parecía que quedaba mejor.
Tijeras, cutter, pegamento.
Rotulador que pinte en el plástico para marcar por donde tenéis que cortar.
Cinta adhesiva de doble cara.
Al final lo más complicado fue quitar el pegamento de la etiqueta del bote. Si conocéis algún método eficaz, por favor, decidmelo en los comentarios. Cortáis el bote con la forma que queréis que tenga vuestro monstruo.
Y le pegáis los accesorios de papel charol.
Finalmente, va pegado en la pared con la cinta de doble cara. Queda listo para meter lapiceros, pinturas, o lo que os apetezca. Así no están todas las cosas ocupando sitio en el escritorio.
Con un poco de disolvente se elimina el pegamento de botes de plástico y latas fácilmente.
ResponderEliminarYo he reciclado latas para lapiceros, de ésta me ha encantado como queda en la pared colgada.
¡¡Disolvente!! Claro, como no se me había ocurrido. Probaré, por si acaso daña el plástico, aunque no creo. Muchas gracias por tu comentario y por la idea :)
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