Tener un niño que dice que no le gusta el pescado (en realidad le encanta, pero él no lo sabe), obliga a agudizar el ingenio a la hora de prepararlo. Para una torpe en la cocina como soy yo misma puede suponer un problema, así que ando siempre recabando recetas entre mis amigas. Una parecida a esta me la dio mi amiga B, y al final la he adaptado para hacer mi propia versión del tema.
Vale, ya se que estáis inmersas en plena operación bikini y la nata y el bacon como que no parecen muy adecuados. Pero esta receta es genial porque se puede hacer sin nata y con jamón york.
Necesitamos:
- Pescado. Yo utilicé filetes de merluza, pero lo podéis hacer con bacalao o salmón.
- Media cebolla.
- Patata.
- Un brick pequeño de nata (de 200ml) (opcional).
- Bacon o Jamón York.
- Queso rallado (opcional).
- Sal, aceite.
- Perejil (opcional).
Vale, ya se que son más de 5 ingredientes, pero como es tan tan fácil de hacer, entra en la categoría de "para torpes".
Cortamos las patatas y la cebolla en láminas (como para tortilla pero un poco más gruesas). Se ponen en una fuente de horno con un chorrito de aceite de oliva y un poco de sal. Al horno, 180ºC, unos 15-20 minutos, con calor arriba y abajo (hasta que la patata se haya empezado a ablandar, pero no esté asada del todo).
Y por encima ponemos la nata, el bacon cortado en tiras finas y el queso rallado. Si queremos hacer la versión bikini, ponemos solo el jamón york.
Y al horno otra vez, otros 15-20 minutos hasta que el pescado esté hecho (se separa en lascas), el queso derretido y el bacon asado. Si hemos hecho la versión bikini, podemos añadir un poco de perejil picado por encima.
Espero que os guste.
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