Vale, he de reconocer que los domingos pueden ser mucho más divertidos que un lunes. Sobre todo, si vienen amigos a comer a casa y te obsequian con una tarta-célula de chocolate así de genial. Y eso que ni siquiera era mi cumpleaños.
Además, pudimos aprovechar para hacer alguna página del
diario que teníamos atrasada.
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Si, es pelo humano. Me tenía que cortar el flequillo y esta página estaba pendiente. |
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Cambiamos lugar público por fiesta en casa, y listo. |
Mmnnn que buena pinta que tiene esa tarta!!!
ResponderEliminarNo sabes lo buena que estaba, nos la comimos entera. Lo mejor, los ribosomas crujientitos.
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